Carol Fuchslocher
Colegio Abogados de Osorno
Leyendo el preámbulo propuesto por los constituyentes, me parece destacable que se haga referencia a que la Carta Fundamental deba propender, entre otras cosas, a construir una sociedad “que promueva una cultura de paz y diálogo”.
Puede ser útil detenerse en precisar qué significa la “paz” en este proceso constituyente y si de aprobarse el texto propuesto, éste logrará dicho anhelado bien.
Como expuso San Agustín en su obra “La Ciudad de Dios contra los Paganos”, la paz es la tranquilidad del orden, es decir, se trata de un estado que sobreviene por la posición adecuada de cada cosa para lograr el fin (que para San Agustín era sobrenatural). Esto puede también tener una lectura de razón natural: que cada cosa tiene su lugar y su destino. Y así, si cada uno de nosotros desempeña su papel determinado y necesario de forma activa y responsable en la sociedad, este orden aparecerá sin duda. Y lo extrañamos, ya que la incertidumbre, o más bien la certeza de que al menos lo que se propone en el proyecto constitucional no es lo pedido, ya es un hecho.
Para construir no se puede ser un mero espectador pasivo de los acontecimientos; para exigir orden y por consiguiente paz, hay que empezar por uno mismo, expresándola y fomentándola. Atrayendo a los demás a ese lado del camino con fuerza y convicción, sin hacer daño y siempre mirando el beneficio de todos.
Hemos sido parte de este país, de esta nación que se llama Chile porque tenemos vínculos indestructibles entre nosotros, ideales y fines en común que buscamos y perseguimos.
No dejemos que la discordia, que implica individualismo, nos aparte de los demás, y por lo tanto el egoísmo se apodere de nosotros. No dejemos que un grupo, sea cual sea, se levante por sobre los demás como soberano, atentando contra la democracia y la unidad de la nación.
Por el contrario, seamos protagonistas unidos bajo un sentimiento de concordia, del avance, desarrollo y evolución de nuestro querido país. No retrocedamos, no nos dejemos convencer por los que buscan diferencias y no similitudes; han buscado separarnos, ponernos en contra, enemistarnos.
Aún estamos a tiempo de volver a encontrarnos, de trabajar juntos, sin máscaras, de frente, para gozar de la paz que es unidad colectiva en objetivo comunes.
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